jueves, 20 de agosto de 2009

El año que mis padres se fueron de vacaciones

1970, Sao Paulo. Brasil lleva ya seis años de dictadura en la que los derechos civiles y la libertad de expresión brillan por su ausencia, donde las personas son perseguidas y tienen que esconderse. La represión del gobierno se siente en las calles: torturas, asesinatos, exilio. Y con todo esto, el equipo brasileño es el favorito para ganar el Mundial de fútbol. En el barrio de Bom Retiro, rodeado de una curiosa y peculiar comunidad judía, Mauro -un niño de 12 años al que sus padres deciden dejar durante un tiempo en casa de su abuelo- deja su solitario juego de fútbol con fichas para aprender a vivir aventuras de verdad con otros chicos en la calle. Dirigida por Cao Hamburger (Sao Paulo, 1962) y protagonizada por Michel Joelsas (el niño) y Germano Haiut (Recife, 1938), es un tipo de cine amable que remite a historias tipo Estación Central de Brasil (niño solo rodeado de extraños). Y Pelé como gran ídolo de todos. "Es una película sobre la ausencia, la soledad y cómo sacar lo mejor de todo esto", dice el director. Una historia sobre el último cromo de un álbum y sobre unos agujeros en unos probadores de ropa. Un cuento sobre un niño exiliado en su propio país que tiene que aprender a salir adelante por sí mismo. El choque entre la historia que ocurre en la calle y la historia que nos pasa dentro de nosotros.

3 comentarios:

Justo dijo...

¡Ah, eso sí que no!
Una entrada de Deme sin comentarios no lo voy a consentir.

Pues la película seguro que tiene su toque entrañable, pero quizá algo almibarado el conjunto, ¿o no? No lo sé, tú la has visto.

((Enhorabuena por las fotos, por todas, y en este momento me ha gustado ver las de Atenas, qué impotencia por lo que está pasando...)

Anónimo dijo...

Bueno la película parece interesante... pero es profunda?, o se queda en la superficie?.. me gustaria que me dieses tu opinión

molano dijo...

Me ha gustado. Una vez dicho eso, la voz en off pone en boca del niño unos textos imposibles.
Mucho mejor los diálogos y mucho mejor la niña que el chaval.
Todo muy edulcorado: esa colonia judía llena de viejos pitufos encantadores...
La vi acompañado de una amiga de Sao Paulo y me dice que los barrios que se mencionan, donde hay conflictos o donde está la colonia judía responde a la realidad y a hechos concretos de aquellos tiempos.
Es de agradecer una historia y un ambiente diferente.