jueves, 24 de junio de 2010

Chiquita

Espiridiona Cenda, Chiquita, nació pequeña y siguió creciendo pequeña. Nació en Matanzas (Cuba) en 1869 y murió en Far Rockaway (Estados Unidos) en 1945. Fue una artista de variedades que actuó en los teatros más elegantes y en las ferias más populares, desde su llegada a Nueva York siendo jovencita. Antonio Orlando Rodríguez (Ciego de Ávila, Cuba, 1956) relata su vida. Cincuenta por ciento verdad, cincuenta por ciento ficción. La época de la independencia de Cuba, de las transformaciones sociales de principios del siglo XX que se presentaban en las exposiciones internacionales, los años de Sarah Bernhardt y la Bella Otero que ven en la liliputiense cubana una amiga y una compañera, el misterio de una cofradía secreta con talismán que lanza destellos y aconseja... "Su carrera fue la mejor y más contundente demostración de que la grandeza no tiene tamaño, y también de que, por difícil que parezca, una mujer de tan sólo veintiséis pulgadas de estatura, si se lo propone, puede hacerse respetar". Chiquita actuaba en espectáculos de vaudeville cantando y bailando, llegando a tener varias aventuras sentimentales y teniendo unos contratos muy jugosos que le llevaron a viajar y a vivir cómodamente. Una novela sobre un curioso personaje y un mundo raro pero real.

miércoles, 23 de junio de 2010

La Unión

En pleno corazón de Chueca, en la calle Pelayo, 26, se encuentra este pequeño pero agradable restaurante que tiene la peculiaridad de ofrecer un menú de cenas a precio muy económico: 11 euros. Puedes elegir entre varias opciones de primeros y segundos, nosotros nos pedimos unas judías verdes con jamón y un gazpacho (acompañado de su picadito de pepino, pimiento verde y tomate), un filete de solomillo con roquefort y una pechuga de pavo con salsa de champiñón (los dos platos los servían con patatas fritas). Pedimos de beber agua mineral y, en el postre dos frutas típicamente veraniegas: melón y picotas. La Unión tiene pintadas sus paredes de la mitad hacia arriba de color rojo albero y de la mitad hacia abajo de blanco. Hay dos enormes ventanales que parece que sus marcos están torcidos y que dan al patio interior del inmueble, y tienen una gran fotografía del lago de Sanabria. También tienen otra opción de menú más sofisticado que vale 21 euros. Y, por supuesto, una amplia carta de lo que podría denominarse comida casera (callos a la madrileña, lacón a la gallega, revuelto de ajetes, huevos a la flamenca, hígado encebollado, calamares a la romana, escalope de ternera...). Cuando sales del servicio, un cartel avisa: apagar la luz y cerrar la puerta. Lo que digo, como en casa.

martes, 22 de junio de 2010

Villa Amalia

Dirigida por Benoit Jacquot (París, 1947) y protagonizada por la siempre estupenda Isabelle Huppert, esta película es la historia de una mujer y el momento de su vida en que cae la gota que colma el vaso. Ann es una pianista de éxito que, después de 15 años de convivencia con su pareja, descubre que él tiene otra historia. A partir de este instante, son tantas las ganas que tiene esta mujer de cambiar su vida que los acontecimientos se precipitan: vende su piso, deja su carrera musical, retoma una vieja historia de amistad, visita a su madre, se pierde en una isla italiana... y se compra allí una casa sobre los acantilados del mar. Es una historia en la que nada se explica, todo se plantea. Los estados de ánimo caprichosos de Ann (esas terribles ganas de estar sola, de flotar en el agua, de reinventarse su vida), sin abandonar del todo a las nuevas amistades (esa relación de complicidad que establece con el personaje de Jean-Hugues Anglade), hacen que la película se presente con un encadenamiento de escenas en la que tan pronto está en un sitio como en otro, como si de una colección de imágenes (instantáneas) se tratara. Basada en la novela de Pascal Quignard, es la sexta colaboración entre director y actriz y, además, ofrece unas maravillosas vistas de la isla de Isquia, en Nápoles.

lunes, 21 de junio de 2010

La Figal de Pablo

Situado en la zona de la Dehesa Vieja de San Sebastián de los Reyes (Avda. de Tenerife, 19), este restaurante tiene el glamour y la elegancia de la cocina tradicional presentada en un ambiente moderno y con un toque atrevido. Nos decidimos por el salmorejo como entrante (acompañado de un huevo de codorniz abierto y una lonchita de jamón) para pasar a los segundos como plato estrella: un solomillo de ciervo con salsa de frambuesa y un steak tartar de atún rodeado de suculentos panecillos tostados. Un rioja Viña Pomal reserva 2004 (que tiene un 85% de tempranillo y un 15% de graciano y mazuelo, de color rojo picota y con sabores a tabaco y canela) nos acompañó los bocados. En los postres dos decisiones compartidas: un kataifi de piña y mango con reducción de Malibú y helado de coco, en un lado de la mesa, y un coulant de chocolate con corazón de naranja y helado de naranja en el otro. Un chupito de licor de hierbas acompañado de unas tejas y unas pequeñas trufas, detalle de la casa, pusieron el punto final a la visita al mundo de los placeres (48 euros persona). Se puede comer por menos, y también por más. Pero la felicidad y la oportunidad de encontrarte en el camino un remanso de paz y un entorno amable, no tienen precio. Y la vida es muy corta.

jueves, 17 de junio de 2010

Rabia

No hay nada peor que vivir encerrado y, encima, que te echen veneno. Pues eso es lo que le pasa al protagonista de esta curiosa y excelente película, una coproducción entre España y Colombia, que dirige el cineasta ecuatoriano Sebastián Cordero (Quito, 1972) y que protagonizan los extraordinarios Gustavo Sánchez Parra (mexicano, visto en Amores Perros) y Martina García (colombiana, vista en Perder es cuestión de método). Una historia de amor imposible entre inmigrantes: un albañil que tras un crimen accidental tiene que refugiarse en la casa de su novia, la asistenta de una familia rica en el País Vasco. A partir de esta circunstancia la trama emparenta con el cine de suspense y de misterio: una casa enorme con desvanes y pasillos donde el silencio más profundo es interrumpido por el sonido de un teléfono. Y por la carga sentimental que ofrece Sombras de Chavela Vargas. Ganadora en el último Festival de Málaga, esta película es una reflexión sobre las relaciones entre ricos y pobres, el abuso de poder de los que mandan sobre los que sirven y la soledad extrema a la que están sometidos los trabajadores de otros países. Con todo el follón de países antes mencionados hay que añadir un dato más: es una adaptación de la novela del argentino Sergio Bizzio. Y sin embargo, todo funciona maravillosamente bien.

martes, 15 de junio de 2010

Casa Marta

Casa Marta es un agradable restaurante situado en la calle Santa Clara, 10, que ofrece platos exquisitos en un ambiente relajado. El local está repleto de fotos, cuadros y relojes y tiene ese aire de casa de comidas con glamour tan apropiado a las cercanías del Teatro Real. Fuimos 3 personas y pedimos de entrantes croquetas caseras y morcillitas para compartir. De segundo nos decidimos por unos escalopines al oporto, un filete de gallo a la romana y unas albóndigas. En el poste también compartimos un delicioso tocino de cielo y unas filloas con helado. Bebimos vino de la casa, que te lo sirven en esas botellas cuadradas de amplia boca y, al terminar, nos ofrecieron un delicioso licor de canela que nos dejó un sabor de boca muy agradable. Casa Marta tiene en su carta esos platos tan tradicionales como las migas de pastor o los duelos y quebrantos (huevos revueltos con chorizo, jamón y panceta) y posee ese toque añejo y chic de locales de azulejos como si te trasladaras a un restaurante de los años cincuenta del siglo pasado (que fue cuando se fundó, aunque es casa de comidas desde 1925). Tienen torrijas como postre durante todo el año y dispone de dos salones en los que caben unas 40 personas. Está justo enfrente de donde se quitó la vida Larra.

jueves, 10 de junio de 2010

4 pintoras y 1 fotógrafo

Se acaba de inaugurar en la galería Éboli de Madrid (Plaza de Ramales s/n) una exposición colectiva que presenta la obra de 5 artistas. Rocío Arrobas (pinta libros, macetas, estanques y tinajas, me gusta su óleo Manzanas, donde las frutas están enmarcadas en un fondo rojo muy interesante), Pilar Cocero (su pintura es abstracta, con unos tonos verdes y amarillos nos adentra en extraños paisajes de grutas marinas y desiertos lunares como si fueran sueños, me gusta Corazón roto, técnica mixta de esmalte y aluminio, tal vez la expresión del dolor), Catalina Díez-Hochleitner (sus cuadros son de hiperrealismo, nos presenta parquímetros, motos, coches y bicicletas, su óleo Bolsas de Zara es un ejemplo de esa pintura de lo cotidiano a modo de instantánea), Ángel Febrero (muestra fotos de la naturaleza con toques artísticos y mágicos, me gusta Sabinas de El Hierro, esa extraña belleza que se esconde en un tronco retorcido, también juega con los reflejos en el agua) y, finalmente, María Teresa Orozco (pinta tejados, ventanas, puertas, cercas de prados, chozas, su óleo Sombras del pasado nos muestra el paso del tiempo en una casa deshabitada). 5 artistas diferentes pero con curiosas conexiones sobre la mirada de lo que nos rodea. Estarán expuestos hasta el 8 de julio.

miércoles, 9 de junio de 2010

Sexo en Nueva York 2

Esto no es una película. Es como echarle un vistazo a las páginas de El País Semanal. O mejor, a Vogue, Cosmopolitan o Vanity Fair. Un mundo de glamour, moda y sexo. Todo radiante, y falso. Sexo en Nueva York estuvo 6 temporadas en las pantallas de televisión (entre 1998 y 2004). Luego llegó la película y ahora la continuación. Que comienza con la boda de Stanford y Anthony rodeados de cisnes blancos, continúa con unas vacaciones pagadas en los Emiratos Árabes Unidos y termina con un terrible complejo de culpa porque Carrie ha tenido la ocurrencia de besarse con un antiguo novio. Dirigida por el jefe de todo esto, Michael Patrick King (Scranton, EEUU, 1954) y protagonizada por Sarah Jessica Parker (45 años), Kim Cattrall (53) , Kristin Davis (45) y Cynthia Nixon (44), como quiera que aquí ya hay 3 chicas casadas y con familia montada y tal, la auténtica gracia de la película es ver a Samantha tirada en el zoco de Abu Dabi con el bolso abierto lleno de condones y rodeada de acusadoras miradas varoniles. Ah, y que salen Liza Minelli y Penélope Cruz en pequeños pero simpáticos papeles. Film sólo apto para fans de la serie, se trata de un producto amable, empalagoso y conservador. Pero sumamente divertido.

martes, 8 de junio de 2010

Bollywood en Lavapiés

El pasado fin de semana se celebró en Lavapíés la tercera edición del festival BollyMadrid, que no es otra cosa que un escaparate de la cultura, la música, la estética, la ropa y la comida de la India. En la noche del sábado nos compramos en la plaza de Lavapiés una samosa (empanadilla crujiente vegetal), unas bolitas amarillas que eran una masa de leche frita (que se come en las bodas) y una cerveza Cobra. En la plaza de la Corrala había puestos de ropa e información de asociaciones de proyectos solidarios y en la plaza de Agustín Lara las bailarinas españolas de la escuela de Patricia Passo movían las caderas y los brazos con una sensualidad que rozaba lo espiritual. Y de repente, salió en el escenario Sunny Singh (Bombay, 1981), que es una estrella de las películas de Bollywood, coreógrafo y bailarín, que ahora lleva su ritmo en un espectáculo que monta por teatros. En el restaurante Calcuta (Lavapiés, 48) comimos meti gosht (cordero con limón y hierbas) y chicken korma (pollo con nata y anacardos). Y justo nos dio tiempo de llegar al final de la película Chance Pe Dance, la historia de un chico que quiere ser actor, en una pantalla gigante sobre la fachada de la biblioteca de las antiguas Escuelas Pías. Un ajetreo con olor a curry y exhibición de saris.

lunes, 7 de junio de 2010

El Almirez

Un almirez es un pequeño mortero de metal para machacar o moler alimentos, aludiendo a ese tipo de cocina tradicional, realizada con esmero y delicadeza. En el Paseo de la Chopera, 158 de Alcobendas se encuentra El Almirez, un restaurante especializado en carnes a la brasa que se distingue por su calidad y buen servicio. Pedimos para beber una botella de vino de la casa rioja y nos obsequieron con un platillo de aceitunas verdes y mejillones. Nuestros primeros fueron, para compartir, una tosta de boquerones y anchoas y una ensalada de lechuga, tomate y cebolla. Queríamos dedicar nuestra atención y nuestro esfuerzo al plato principal maravillosamente elaborado: un chuletón de Ávila (ternera blanca, una pieza estupenda) y chuletas de cordero (media docena, me pareció leer que venían de Orense). Ambos platos fueron presentados con patatas fritas en forma de dados y rebanadas de tomate con orégano. En el postre nos recomendaron el mousse: nos decidimos por uno de queso y otro de chocolate. La fiesta nos salió a 32, 50 euros por persona. Me gustan los asadores de parrilla, ofrecen una carne escogida muy bien presentada y es el momento ideal de compartir una carne exquisita saboreándola lentamente con una buena botella de vino.

viernes, 4 de junio de 2010

Dublinesca

"Siempre aparece alguien que no te esperas para nada". Durante los tres meses que transcurren en esta historia, la vida de Samuel Riba dará un vuelco inesperado. A punto de cumplir los 60 años y una vez liquidada la editorial a la que ha dedicado toda su vida y sus ilusiones sin haber logrado encontrar al gran autor y a la gran novela, no se le ocurre otra cosa que convocar a sus tres mejores amigos y celebrar una especie de funeral por el fin de una época, la que acaba con la era Gutenberg (la de los libros de imprenta) y abre la época digital (donde todo lo que se consulta está en Google). Y que mejor sitio para celebrar esta reunión que Dublín, la ciudad retratada en el Ulysses de Joyce y en el poema "Dublinesca" de Philip Larkin (el entierro de una postituta). "¿Cual es la lógica entre las cosas?. Realmente ninguna. Somos nosotros los que buscamos una entre un segmento y otro de vida. Pero ese intento de dar forma a lo que no la tiene, de dar forma al caos, sólo saben llevarla a buen puerto los buenos escritores". Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) nos habla del fin de las editoriales de los autores geniales. ¿O no?. Su protagonista vive una época de cambio y de desequilibrios donde los libros apasionantes ya no existen, donde fantasmas le persiguen y la melancolía invade todos los rincones de su vida.

martes, 1 de junio de 2010

Los Ángeles

Situado en pleno corazón de La Latina (calle del Ángel, 8), el bar restaurante Los Ángeles es un sitio ideal para grupos y ambiente desenfadado. Especializado en cocina gallega, sorprenden sus precios y un servicio eficaz. Siempre está lleno, si encuentras una mesa es un milagro. Nosotros pedimos para compartir: pulpo a la gallega, mejillones a la vinagreta y croquetas de la casa. Bebimos una deliciosa jarra de cerveza y pedimos de postre filloas y pudding (19 euros persona). Al final, te ofrecen un chupito de orujo de hierbas. Tiene un salón grande y uno pequeño. Pues resulta que nos metieron en el pequeño que estaba ocupado todo excepto una mesa por una famila que celebraba una especie de despedida de soltería. El chico iba disfrazado de plátano y la chica de Amy Winehouse (con tatuajes y todo). Estaban sus padres y sus hermanos y sus primos, todo muy formal y muy alegre al mismo tiempo. Les regalaron un diploma en el que decía que eran unos buenos chicos y los típicos muñecos de novios para la tarta. Entrañable escena. Nosotros, a lo nuestro con nuestros mejillones. También tienen mariscadas, ruedas de ahumados y patés, cecina de León y morcilla de arroz de los Picos de Eruopa. Y, por supuesto, sidra natural y vinos ribeiro y albariño. Muy recomendable.