domingo, 31 de agosto de 2008

Rio de Janeiro

Para conocer el ritmo de vida y el carácter habitual de los brasileños, nada mejor que caminar a lo largo de las playas de Leblon, Ipanema y Copacabana. La excusa de ellos es hacer deporte tostándose a la brisa del mar, pero el motivo es enseñar el cuerpo, seducir con la piel. Hay que tomar un agua de coco para relajarse antes de visitar la espectacular Catedral con cuatro gigantes vidrieras o el Monasterio de San Benito, del siglo XVI, con esculturas de madera cubiertas de oro. Una caipiriña nos hace entrar en La Garota de Ipanema, donde según la leyenda se escribió la famosa canción de Vinicius de Morais y Tom Jobim. Con el tren del Corcovado se sube al Cristo Redentor, terminado en 1922, con una deliciosa panorámica de 360º. Para ir al Pan de Azúcar se pilla un teleférico que hace otra parada antes en otra montañita. Besé la tierra y, efectivamente, era dulce. Como el quindim, un riquísimo pastelito de coco. Casi tan energético como la feijoada, a base de judias pintas, carne de buey y de cerdo, que se sirve con arroz y trozos de naranja. Desde Niterói se contempla Rio de frente, hay un parque donde la gente va a ver atardecer. Bebimos açaí, con su color entre morado y marrón y nos dimos una vuelta por el Sambódromo, vacío, pero aún con ecos. Cinelándia todavía conserva el esplendor de sus cines, teatros y restaurantes y en Río Branco hay edificios bellísimos como el Teatro Municipal. Y en la Barra de Tijuca nuestra primera incursión en la auténtica pasión de los brasileños: el shopping, allí se compra, se come y se liga (supongo).

miércoles, 13 de agosto de 2008

Aliento

Una mujer aburrida de su vida doméstica, que una vez estuvo cinco minutos al borde de irse al otro mundo, decide hacer cuatro vis a vis a un preso condenado a muerte. Son dos seres extraños, una confusa atracción de dos almas desamparadas. Ella le canta unas simpáticas canciones sobre la alegría de vivir, él no pude hablar porque se ha clavado el mango afilado de un cepillo de dientes en la garganta. Y, sin embargo, esas visitas a la cárcel son la tabla de salvación (momentanea) de dos personajes callados que más que besos, los que hacen es robarse el aire el uno al otro para acariciar el lado incosciente de la existencia. Kim Ki-duk, director de Corea del Sur nos da otra ración de poesía gélida, después de las maravillosas Primavera, verano, otoño, invierno...y primavera, Hierro 3 y El arco, donde expresaba la incomunicación de los seres humanos, los encuentros casuales y la angustia existencial. El actor protagonista el el taiwanés Chang Chen (visto en Tigre y dragón) y la actriz es Zia, que ya ha salido en otras películas de Kim. Es un cine áspero, las escenas de la celda donde vive el preso con otros tres hombres son de una violencia emocional extrema; la tristeza de la mujer en su vida cotidiana es desasosegante. De ahí la fiesta y la tensión en esos extraños encuentros. Cine raro, pero estimulante.

martes, 12 de agosto de 2008

Canta la hierba

Doris Lessing, escritora británica de 88 años, recibió el año pasado el Nobel de Literatura después de una carrera en la que ha tratado en sus libros los conflictos culturales y las desigualdades sociales. Nacida en Irán, porque su padre era oficial del ejército británico, a los 6 años la llevan a Rhodesia (hoy Zimbabue), a vivir en una granja. A los 14 años, en Salisbury (Reino Unido) asiste a una escuela de chicas pero enseguida se dedica a trabajar como niñera, telefonista y periodista, escribiendo pronto sus primeros relatos. Su primer matrimonio le dura cuatro años y nacen un chico y una chica. Después se casa con un inmigrante judío-alemán marxista, del que tiene otro hijo y toma su apellido. Duran juntos seis años, es entonces cuando comienza su carrera literaria y su militancia en el Partido Comunista británico. Canta la hierba -publicada en 1950- es la historia de Mary Turner, sudafricana e hija de granjeros de origen europeo, que se casa tarde y mal para no aguantar los cotilleos. El marido extraño, la granja aislada y los nativos como amenaza continua, acabarán consumiendo su vida (la novela comienza con su asesinato)."Las mujeres que se casan con hombres como Dick aprenden tarde o temprano que deben optar por una de dos alternativas: enloquecer, destruirse abandonándose a ataques inútiles de rebeldía e indignación, o endurecerse y amargarse".

lunes, 11 de agosto de 2008

Wall-e

La Tierra lleva deshabitada 700 años, no hay rastro de seres vivos por ningún lado y Wall-e, un robot compactador de basura, realiza mecánicamente su labor de organizar los residuos que va encontrando amontonados. Eva, otro robot de última generación procedente del exterior en viaje de investigación, toma contacto con su antepasado de quien recibe un preciado presente: una planta que crece en un trozo de tierra encontrada por casualidad. De regreso a la nave que flota en una galaxia muy lejana, donde están refugiados los humanos que realizan una existencia cibernética y organizada, Eva y Wall-e (que le ha seguido para tratar de saber más del mundo del que procede), se enfrentarán a toda una conspiración en la que se pretende negar y destruir todo resto de vida en nuestro planeta. Contado así, parece una película de ciencia-ficción de mensaje apocalíptico, pero se trata de una tierna y sensible película de animación dirigida por Andrew Stanton, que ya ganó el oscar por Buscando a Nemo, y que lanza la factoría Pixar, ese mundo en el que los juguetes cobran vida (Toy story) o los ratones son expertos chefs (Ratatouille). Que un robot transmita emociones es un reto y en opinión de los dibujantes es en Buster Keaton y el cine cómico (la cara no se mueve y la expresión se centra en la forma de mirar) donde han buscando las referencias. Una pequeña maravilla.

domingo, 10 de agosto de 2008

Gallinejas y entresijos

El castizo barrio de Lavapiés celebra sus fiestas de San Cayetano y San Lorenzo y allí que me fui yo para investigar. Nos sentamos en la terraza Peyma en la calle Sombrerete, debajo del reloj de sol de la Casa de la Vela, una enorme pared de cinco plantas que tiene una pintura de fondo que representa a una mujer asomada a un balcón tendiendo la ropa (reloj enderezado y restaurado en 1985). Comimos chopitos, calamares y boquerones fritos. Vimos chulapos y chulapas. En la Plaza de los Cabestreros la comunidad senegalesa celebraba unas danzas de las suyas. Luego en la calle Argumosa había tómbolas, tiro al palillo, algodón dulce y puestos de comidas de raciones y bocadillos de panceta, lomo, chorizo y... gallinejas y entresijos!!!, plato típico madrileño donde los haya, de raíces populares, cuando se aprovechaba todo del cordero, los intestinos y los órganos cercanos, fritos en su propio sebo y aderezados después con sal. Hoy día son pocos los bares que los hacen, por el olor peculiar al freirlos. En un bocadillo, calentitos, mis entresijos me resultaron deliciosos, acompañados de una cerveza. Luego había un concierto del grupo de reagge Emeterians, banda madrileña de 12 miembos. El ambientillo de estos días era agradable, en plan verbena de verano, en un barrio cosmopolita hoy, pero de inequívoca estampa zarzuelera.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Chirigóticas

Cuatro chicas en el Teatro Alfil con las artes de la poesía satírica española en su vertiente más popular: los chascarrillos de la calle, el lenguaje burlesco y de doble sentido, el juego de la palabra y la rima simpática, vamos, las chirigotas de Cádiz. Bebiendo directamente de esas fuentes, La Chirigota de las Niñas, que no es otra cosa que una formación carnavalesca de coplilla e ironía -en colaboración con Antonio Álamo (que ha dotado de personajes y acción dramática a las letras)- ha querido universalizar la fina escatología y el mensaje social en unos números divertidos y punzantes. En La tela te lo vale, son cuatro gitanas que con el griterío habitual del mercadillo intentan venderte al mejor precio los chollos que exhiben en sus mantas extendidas; en Inmigrantas, cuentan la experiencia de ir de un sitio para otro y buscarse la vida con los inconvenientes de que nada es como se espera; en Cambio de Estado asistimos a una despedida de soltera: La Chari se casa y con su cuñada, su prima y la cuñada de su prima, asistimos a una deliciosa radiografía del drama de la vida social y familiar. Teresa Quintero, Ana López, Alejandra López y Arantzazu Garrastázul dejan la calle y se suben a un escenario. Tienen magia y fuerza. La vida misma, en verso.

martes, 5 de agosto de 2008

Cenar fuera

No hay nada más delicioso que cenar por ahí. Llegar, sentarte y que te sirvan. En buena compañía a ser posible. Hay sitios finísimos. Come Bien (San Marcos,31) tiene un lema: cocina de siempre para gente de hoy. Pedimos secreto de cerdo ibérico a la parrilla y rape con salsa a la bilbaína. De entrada, croquetas y revuelto de morcilla de cebolla y patatas paja (sobran, se humedecen pronto). Para picar te ponen colines para mojar en aceite. De postre, tartas de manzana y chocolate. Ambiente agradable, un poquito caro. (También es verdad que recién inaugurados hicieron la promoción 2 x1 para darse a conocer). La Biotika (Amor de Dios,3) es un vegetariano de los clásicos. Sopa de crema de coliflor, ensalada de berros, filte de soja con tomate, polenta al maíz, pisto y una tarta de algarrobas con frutos secos. De infusión té kukicha (sin teína) o hierbabuena (adoro esta palabra). Tienen tienda ecológica y revistas de información. Restaurante Quevedo (Lope de Vega,17) es cocina casera en el Barrio de las Letras. Todo lo contrario al anterior, me explico: Me pillé un cachopo de carne (dos filetes de ternera tamaño single 45 r.p.m. rellenos de jamón y queso, empanados, acompañados de patatas fritas y tiras de pimiento rojo) que daba gloria verlo. Hay barra, mesas de tapas y mesas de cena, atienden muy bien y está muy bien de precio.

lunes, 4 de agosto de 2008

Tierra Firme

(Matilde Asensi, 239 páginas). La autora de El último catón (una monja del Vaticano tras la pista de la Vera Cruz) y Todo bajo el cielo (la búsqueda del tesoro del Primer Emperador en la China de principios del siglo XX por parte de una pintora y su sobrina) , ahora cuenta las aventuras de Martín Nevares, un joven de 17 años que en realidad es una chica naúfraga, hija de un fabricante de espadas de Toledo, a la que recogen en un navío mercante hacia el año 1600. Toda la vidilla de la zona de América del Sur próxima al Caribe y los viajes de los barcos que se cargaban con mercaderías en Sevilla para que llegaran o no y así, al haber escasez, los comerciantes subían los precios y se enriquecían. Como quiera que la pobre chica iba a casarse por matrimonio concertado le aconsejan que se haga la muerta (el naufragio) y que tome una nueva identidad masculina. Y eso es lo más durillo de la novela: una tía con sus lozanos veinte años rodeada de hombres y ni el más mínimo suspiro no ya sexual, sino amoroso. Convertida en contrabandista (se hace comercio, pero si surge, también se roba, a diferencia de un pirata -que roba- o de un corsario -roba con permiso-). Matilde amenaza con una trilogía, y como el personaje ya es oficialmente viuda, puede elegir su identidad femenina si quiere, menos mal, ¡pobres pechos!.

domingo, 3 de agosto de 2008

Quesos

Para los amantes del queso hay una tienda maravillosa en Madrid, en la calle Argensola, 27. Se trata de Poncelet, todo un paraíso de la cultura de ese universal producto de la leche. Lo tienen clasificado por países: España (cabrales, idiazabal, ibores, manchego, tetilla, liébana, tortas del casar...), Italia (grana padano, parmiggiano reggiano...), Francia (camembert de normandie, brie de meaux...), Holanda (edammer, gouda...), y así hasta casi 350 clases distintas. Te explican en la etiqueta lo que te llevas, que si de vaca, de oveja, de cabra o de búfala; que si la leche es cruda o pasteurizada, por supuesto el tiempo y la temperatura para guardarlos no tienes más que preguntar. En la tienda hay toda una línea de productos que combinan con ellos: patés, mermeladas, miel, nueces, membrillo, anchoas; y todos esos aparatos que se necesitan: tablas, bandejas, cuchillos. Tienes los vinos ideales (blancos y dulces) y los panes que les van. Entre tanta información me volví loco, pero un poco como por capricho me elegí un español (taramundi de Asturias), un italiano (gorgonzola afinador guffanti) y un suizo (emmental grotte). Como me gustan de otras clases tengo que volver, tengo que catarlos todos.