domingo, 21 de febrero de 2010

Pasta & Sushi

La calle San Bernardino de Madrid (al lado de la Plaza de España) transporta por el aire al anochecer los sabores de Asia. Numerosos restaurantes con aromas de Persia, Indonesia, China o Thailandia buscan su suerte con fórmulas diferentes para adapatarse a todo tipo de público. En el número 6 (esquina con Ponciano) se encuentra Pasta & Sushi, un japonés donde puedes combinar lo asiático con unos tallarines italianos clásicos. Nosotros nos pedimos de entrante gyoza (empanadillas hervidas con langostinos) y maki sushi (arroz cocido adobado envuelto en alga de nori que se presenta con una crema de rábano picante verdosa, jengibre marinado y salsa de soja). Nuestro plato de pasta intercambiable fue un yakisoba (fideos japoneses salteados con tiritas de ternera y verduras, con salsa tonkatsu) y unos fetuccini (con salsa de limón, láminas de zanahoria y calabacín y queso parmesano). Bebimos la cerveza Kirin Ichiban (que quiere decía la Número 1) y tomamos de postre un helado en tempura (rebozado, acompañado de un almíbar de naranja). A la hora de pedir la cuenta, que nos salió a 24 euros por persona (incluída promoción del 10 % de descuento) nos sirvieron un chupito de licor de hierbas. El servicio, muy amable, nos informó que los maki sushi se comían directamente con las manos (¡después de pelearnos un buen rato con los palillos!).

6 comentarios:

Uno dijo...

Muy oportuno el dato de la calle San Bernardino porque, ciertamente, tiene la oferta gastronómica mas exótica de la ciudad. Probaré este Pasta&Sushi, mas sushi que pasta porque me encanta meter la mano en la comida.

Xavier dijo...

La novata de los palillos es el pago de todos al intentar comer maki sushi, que además sabe mucho mejor al hacer con las manos, y que me dices de unas buenas gambas, chupando sus cabecitas, o un bon pa amb tomata, o unas ricas croquetas, una loncha de buen jamón o unos jugosos i tiernos calçots? ¿ Te bienes a Valls?
A mi dime marrano, pero hay un montón de manjares que han de ser comidos con nuestra herramientas naturales, déjate de palillos o tenedores.
Bon profit, nen.
Un placer pasearme por tu hospitalidad.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Se me ha ocurrido un comentario malísimo (es un poco de lunes), y es que como la Calle San Bernardino tiene tantos restaurantes exóticos, igual quedaría aún mejor llamarle Calle San Bernardette. Es mal comentario, lo sé...
El chuchi sí que lo he comío, pero tonkatshu, yakisoba, todo es nuevo para mí ¿Lleva tomillo?:-).
Besotes

Pedro Ojeda Escudero dijo...

otro que me apunto

Javier dijo...

Nunca he podido con los palillos, juro que lo he intentado, he puesto todo mi tesón, pero soy un negado.

Justo dijo...

¡Eso se avisa antes! Lo de comer con las manos, digo; dichosos palillos.. yo suelo ir a un chino de la calle Silva, pero no les cojo el tranquillo.

(De estudiante habité medio curso en una residencia de la calle San Bernardino, Deme. De hecho creo que en el inmueble hay ahora uno de esos exóticos restaurantes, de los que antes no había ni rastro. Guardo curiosos recuerdos de la época y el lugar, la mayoría asociados a sensaciones eróticas, porque, claro, me gustaban casi todos los chicos que vivían allí. Y también que un día, por la calle, me encontré tiradas en el suelo ¡¡diez mil pesetas!!)