Cobardes

Patios de colegio de chicos de 14 años y mensajes por los móviles son una combinación tan explosiva que José Corbacho y Juan Cruz han hecho una película en la que hablan de acoso escolar donde la línea que separa al que oprime y al oprimido es tan débil y que depende tanto de cómo se cuente la historia que los secretos y mentiras de los adolescentes se convierten en un mundo tan peligroso y cruel como un thriller de acción y adrenalina. Los directores de Tapas vuelven a Hospitalet (sin definir ni subrayar) y le dan a dos de los mejores actores que tenemos ahora mismo, Lluís Homar (La mala educación, Los Borgia) y Elvira Mínguez (Días contados, Me llamo Sara) unos papeles de padres simples y culpables (no por casualidad, él político y ella periodista) en la que sin querer transmiten a los hijos una actitud de causas y consecuencias donde vemos que el hijo de la segunda es perseguido por el hijo del primero pero sólo hasta que la oportunidad (y la inteligencia) permiten que esa carrera sea al revés. Mientras tanto la dificultad de los diálogos en familia y la vergüenza o la despreocupación hacen que nadie afronte el problema con vías de solución. Y así el oasis del hogar dulce hogar se convierte en una pesadilla irracional.