Los ojos de Julia

La hermana gemela de Julia (Belén Rueda) aparece muerta en su chalet de las afueras en extrañas circunstancias. Con la ayuda de su marido (Lluís Homar), intentan investigar qué es lo que se esconde en ese extraño suceso ya que se da la circunstancia de que las dos comparten una enfermedad degenerativa de la vista que puede estar relacionada con el suceso. En sus indagaciones, descubren una serie de personajes malvados y misteriosos que esconden muchos secretos. Thriller psicológico de suspense, se trata de la segunda película que dirige Guillem Morales (Barcelona, 1975) y toda la película es un recital de Belén Rueda: corriendo, peleando, asustándose, gritando, escondiéndose y tratanto de sobrevivir. Una galería de secundarios de manual (el vigilante del hotel, el policía pasota, la anciana solitaria, el enfermero morboso) contribuyen a crear un clima de sospecha que ambientan una cinta de género que sólo se disfruta si entras en ella como en un juego de terror ambientado en una atmósfera lúgubre, grisácea, desasosegante. Película de misterio y de impecable producción, se trata de un producto comercial muy bien hecho que no defraudará a los amantes del terror. Los demás, abstenerse.