lunes, 2 de noviembre de 2009

Berlanga de Duero

Hartos de monumentos, teníamos un hambre atroz y nos dirigimos hacia Casa Vallecas, en Berlanga de Duero, donde dimos cuenta de: una brocheta de panceta y gambas, níscalos (entradas), muslo de pollo con foie, senderillas y puré de maíz y touka o liebre deshuesada con cebolla caramelizada, foie y setas o pluma de cerdo ibérico con setas de cardo (principales), y calostros con manzana, helado de miel, piñones y rosas o mostillo con helado de avellana y natillas baravois de queso y piñones (postres). Todo regado con un ribera del Duero Silentium roble. Desde allí nos dirigimos a la ermita de San Baudelio en Casillas de Berlanga, la segunda obra externa de Las Edades. Una puerta de herradura da acceso a un interior donde hay una columna central que se abre en ocho gajos marcados por sendas nervaduras. En las paredes, pinturas románicas del s.XII (el edificio es un siglo anterior). Símbolos cristianos y musulmanes llenaban las paredes, pero en 1922 fueron arrancadas estas pinturas, vendidas por 65.000 pesetas y trasladadas a museos de Estados Unidos. Sólo quedan las huellas de lo que fue y aun así, hay una extraña belleza. Seguidamente visitamos Rello, un pueblo amurallado sobre unas rocas y después de pasear por las calles de Berlanga (la colegiata, el castillo, la casa de Fray Tomás -descubridor de las Islas Galápagos-), nos hospedamos en La Posada de los Leones, donde cenamos un pudin de boletus y gulas, una codorniz escabechada o unos huevos fritos trufados. De postre, flan.

5 comentarios:

LU dijo...

Vaya paseito!!! Y, claro, hay que reponer fuerzas. Al ver las imágenes de la parte inferior casi he rozado esos sitios. Estupenda ruta. Apunto la idea.

Xavier dijo...

Magnificas fotografías de tus rutas culturales, que ganas tengo de disponer de tiempo para disfrutar de la gran diversidad de los pueblos de España.
Un saludo con sabor a otoño.
Hoy las calles de mi pueblo estaban cubiertas por las amarillas hojas de los arboles. Parece que la temperatura bajara y dejaremos atrás los veranillos, o tal vez no ya que aun queda el de San Martin.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

¿Hambre atroz?:-) ¿Después del ciervo y el helado de romero? ¡Santo Dios! He tenido que recurrir a cuatro lonchas seguidas de queso Edam, aunque sea light, esto no se puede leer en un ayunar:-), y luego, por si fuera poco, menos mal que tenía un "Activia" :-)
Me ha encantado lo de "teníamos un hambre atroz" después del ciervo (¿O es al día siguiente?)...Tal vez es al día siguiente.... Natillas Baravois (parece el nombre de una cómica) y calostros de manzana...qué gula románica me ha entrado, aunque hay que tener mucho cuerpo para ver y recorrer San Baudelio expoliado por los americanos (que sufrirán los pobres por malos, con unas hamburguesas de McDonald's viéndolo). Pues lo podría reclamar el presi a Obama, ahora que se llevan bien, que devuelvan las ruinas románicas. Claro que teniendo las hijas góticas, menudo papelón:-)
Besotes.

Anónimo dijo...

Ummm!!! mi glotonería hace que casi no me detenga en los retablos, columnatas, ni pinturas ( ausentes), ¡con la entrada estoy plena!.

Un beso

senses and nonsenses dijo...

sólo por el nombre, el pueblo ya tiene una visita.

un abrazo.