Domingo de Calderas

El domingo siguiente a San Juan, siempre que San Juan caiga en jueves o antes (esto tan raro, los sorianos lo entendemos muy bien), se celebra una curiosa fiesta en la que desfilan por la ciudad las doce cuadrillas (barrios) encabezados por sus jurados (alcaldes) que portan unas calderas de cobre con alimentos (pollo, carne de toro, huevo y chorizo) en unas plataformas que portan cuatro personas y que suelen estar engalanadas con flores -generalmente rosas- y motivos de las fiestas o de la propia ciudad de Soria. El desfile (las chicas se visten de piñorra, el traje típico) se hace desde la Plaza Mayor hasta el alto de la Dehesa, donde se ofrece un aperitivo a las autoridades. Los vecinos que se han apuntado a las fiestas reciben una bolsa con un trozo de chorizo, un trozo de carne de toro guisada, un huevo duro, una barra de pan y una botella de vino. Esta tradición tiene su origen en las antiguas calderetas populares donde se hacían guisos que se comían entre los vecinos (fundamentalmente la carne de los doce toros del viernes anterior) y donde se ofrecía pollo a los pobres para que también comieran un poco mejor ese día. Hoy, lógicamente, el contenido de la caldera es simbólico. Por la tarde se muestran en el patio del ayuntamiento. Hace unos años se daban premios a las mejor hechas, pero esa costumbre ha desaparecido.