El lector

1958. Un joven berlinés se marea en el tranvía y vomita en un portal. Una mujer le atiende y durante varias ocasiones se repetirán las visitas y los encuentros sexuales. 1995. Ese joven ahora tiene una hija y le lleva a visitar la tumba de esa mujer y comienza a contarle la historia de cómo la conoció, de cómo le gustaba que él le leyera en la cama novelas como La Odisea, Las aventuras de Huckleberry Finn o La dama del perrito y de cómo esa mujer fue acusada de crímenes contra la humanidad en un juicio contra los nazis. Protagonizada por Kate Winslet (Juegos secretos, Iris, Titanic, Criaturas celestiales) y Ralph Finnes (El paciente inglés, La lista de Schlinder) está dirigida por Stephen Daldry (Billy Elliot, Las horas) y es un guión del prestigioso dramaturgo David Hare (La brisa de la vida, La opinión de Amy) basado en la novela alemana de Bernhard Schlink. Es una película que habla de cómo nuestra manera de comportarnos es lo que define el perfil por el que nos conocen los demás y al que tenemos que adaptarnos como podamos. Las circunstancias de la vida y la ignorancia nos empujan a situaciones ante las que no podemos o queremos escapar. Una Alemania con un pasado traumático en la que los personajes hablan un inglés estupendo es el escenario donde vemos a personajes juveniles evolucionando de mejor o peor manera hacia la madurez, con el insoportable peso de la conciencia a cuestas.