jueves, 5 de junio de 2008

Après moi, le déluge

Una habitación de hotel de Kinshasa, República Democrática del Congo. Él es un hombre de negocios que se dedica a la comercialización del coltan, un mineral imprescindible para la fabricación de móviles, videojuegos o cohetes. Ella es intérprete. Dos miradas europeas hacia la fascinación y la claustrofobia africana. Entre ellos, la historia de un muchacho que quiere salir de allí para buscarse la vida aunque sea como sirviente del hombre blanco, alguien que quiere ser necesario y útil. Jordi Dauder (La gaviota, El lector por horas) y Vicky Peña (Homebody/Kabul, Sweeney Todd), dos catalanes en el Valle-Inclán de Madrid en el delicioso texto de Lluïsa Cunillé (Badalona, 1961) -que sorprendió en el mistro teatro hace poco con Barcelona, mapa de sombras- y que resulta ser un trabajo de encargo del Teatre Lliure sobre un tema de actualidad: un informe de Naciones Unidas sobre mortalidad infantil en el continente africano. Un mundo obsceno en el que sobreviven dos personajes desvalidos al borde del precipicio vital. Después de mí, el diluvio, dijo en francés el dictador Mobutu copiando la frase del monarca absolutista Luis XV. La injusticia, las guerras, la violencia, el saqueo, el comercio sin escrúpulos y la subordinación de los pobres a los ricos pululan entre los maravillosos diálogos calmados de Dauder y Peña, dos pesos pesados del teatro español.

6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Me gustan estas obras que tratan descarnadamente los encuentros culturales. Esta no la he visto, pero me la apunto

senses and nonsenses dijo...

bueno, no sólo estás al día de la cartelera cinematográfico, que tb estás puestísimo en la cartelera teatral. el mundodeldeme es muy amplio, un gran mundo interior, ;-)

un abrazo.

Jordicine dijo...

Yo tampoco la he visto, pero la pongo en mi agenda... por si algún día cae.

Dejame que te cuente dijo...

teatro...
otro lujo para mi..
debe ser maravilloso asistir a una obra...
nunca fui a una....solo una de niños en el colegio..

gracias por copartir todas estas joyas....
un beso

Javier dijo...

Por fin volvemos al teatro de texto, el teatro con palabras que nos interrogan y nos preguntan sobre nosotros, sobre lo que hacemos o dejamos de hacer.

Belén dijo...

Si es que Vicky Peña es mucha Vicky Peña!

besicos