Sí, pero no lo soy

Cuando Alfredo Sanzol (Madrid, 1972), se puso a escribir su obra Risas y destrucción, resulta que no se le ocurría nada, sólo tenía el título, entonces buscó en Google y las historias llovieron y tuvo que seleccionar unas pocas que hilvanó en su montaje que se pudo ver en la Sala Cuarta Pared en 2006. Aquella obra acababa con la frase Sí, pero no lo soy, que sería el título de su siguiente proyecto y volvió a hacer lo mismo: venga Google otra vez. El resultado es una relación de 38 personajes que cuentan su vida, una reflexión sobre la identidad y la personalidad, moviéndose a ritmo de música de boite de terciopelo rojo y espejos (delicioso decorado en la Sala de la Princesa del María Guerrero). Una madre que descubre un poema de su hija, una actriz madura que recibe el premio a la mejor actriz revelación, unos pamplonicas un 7 de julio en un crucero, una familia de argentinos que pierden las eleccciones de su pueblo, un hombre que cuenta a sus hermanos que es gay, una mujer que lucha por parecerse a la amante de su marido, dos chicas que comparten piso y se perturban por la música atronadora de los vecinos de al lado...La obra termina con la canción Les jours magnifiques, así que Alfredo ya tiene el título de la tercera parte de su proyecto: Días estupendos.