Pan negro

Agustí Villaronga (Mallorca, 1953) es uno de los directores más personales que tenemos. El niño de la luna y El mar son títulos que evocan a un cine con niños con poderes envueltos en un entorno violento y cruel. Siguiendo esa línea, y adaptando una novela de Emili Teixidor (publicada en 2003), llega ahora Pan negro, la historia de Andreu, niño del bando de los perdedores de la guerra que en medio de un bosque encuentra muertos a un padre y un hijo. Tirando del hilo de esa historia, y siempre con su punto de vista como eje de la narración, asistimos a la pesadilla cotidiana de un entorno dominado por odios, mentiras, relaciones de poder, secretos y privaciones económicas (los ricos comen pan blanco, los pobres pan negro). Protagonizada por Francesc Colomer (excelente actor infantil) y con Nora Navas como su madre (Concha de Plata a la mejor actriz en San Sebastián) y Roger Casamajor como su padre, se plantea el origen de una conciencia moral en un niño testigo de un ambiente en la que los padres mienten y el destino lo forjan las circunstancias de una realidad silenciada. Rodada en escenarios naturales de una Cataluña rural casi escondida, se trata de una excelente película con un puñado de actores secundarios brillantes, ambiente de misterio y una secuencia inicial (la caída por un barranco de un carro con caballo) que te deja boquiaberto.