jueves, 17 de junio de 2010

Rabia

No hay nada peor que vivir encerrado y, encima, que te echen veneno. Pues eso es lo que le pasa al protagonista de esta curiosa y excelente película, una coproducción entre España y Colombia, que dirige el cineasta ecuatoriano Sebastián Cordero (Quito, 1972) y que protagonizan los extraordinarios Gustavo Sánchez Parra (mexicano, visto en Amores Perros) y Martina García (colombiana, vista en Perder es cuestión de método). Una historia de amor imposible entre inmigrantes: un albañil que tras un crimen accidental tiene que refugiarse en la casa de su novia, la asistenta de una familia rica en el País Vasco. A partir de esta circunstancia la trama emparenta con el cine de suspense y de misterio: una casa enorme con desvanes y pasillos donde el silencio más profundo es interrumpido por el sonido de un teléfono. Y por la carga sentimental que ofrece Sombras de Chavela Vargas. Ganadora en el último Festival de Málaga, esta película es una reflexión sobre las relaciones entre ricos y pobres, el abuso de poder de los que mandan sobre los que sirven y la soledad extrema a la que están sometidos los trabajadores de otros países. Con todo el follón de países antes mencionados hay que añadir un dato más: es una adaptación de la novela del argentino Sergio Bizzio. Y sin embargo, todo funciona maravillosamente bien.

7 comentarios:

Champy dijo...

He leído maravillas de ella....

A esperar la primera oportunidad.

2046

Jordicine dijo...

No tenía previsto verla. Ahora ya sí. Un abrazo.

Javier dijo...

He visto el trailer y algunas reseñas, y parece interesante.

Alamut dijo...

Gracias por tus palabras. Sin duda, iré a verla. Me encanta tu blog, que comparte eso que te gusta... Muchas gracias

Justo dijo...

No soy tan entusiasta... me resultó todo un poco inverosímil, y pesadote, aunque me alegro de haberla visto, aunque sólo sea por los actores, que están muy bien -y Concha Velasco es un lujo, cuando la dejan que lo demuestre-.

babel dijo...

Otra que tampoco tenía previsto verla y que ahora... me pensaré ir al cine en lugar de dejarla para el DVD. El tema es que últimamente parece que nos saturan con el tema, se han estrenado en apenas dos meses varias en esta línea. Hace 3 ó 4 meses sucedió lo mismo con una serie de dramones sufridores, un poco antes de los Oscar. Estan bien, pero la insistencia satura un poco... Sin embargo, me atrae lo que dices de la relación con el cine negro y el tratamiento de la soledad en un mundo hostil, al menos al principio. Haré por verla, venga.

Un saludo!

senses and nonsenses dijo...

ayer precisamente estuvimos en Bidania, en el impresionante caserón donde se rodó la película. al menos los exteriores, porque la casa está bastante abandonada (seguro que fue necesario basyante fotochou).
es la casa Munoa, era una familia de indianos a quienes requisaron la casa durante el franquismo, y lo convirtieron en una especie de orfanato para hijos de rojos y tal, para que aprendieran un oficio, y a la vez impedirles el acceso a estudios superiores. lo cuenta uno de aquellos niños que el único pecado de su madre es haber sido una mujer trabajadora. como anécdota te contaré que el estreno de la peli ha servido para que este "niño" de más de 70 años esté intentando reunir a todos los que pasaron por aquella casa(que sobrevivan y lo deseen).

y un Goya para Concha, YA!