jueves, 1 de octubre de 2009
Hotel Paradiso
Familie Flöz es una compañía de teatro de Berlín que tiene la particularidad de que actúa con máscaras y sin lenguaje verbal. Puesto que el conflicto físico es, muchas veces, el origen de las situaciones dramáticas, ellos potencian los gestos corporales acompañados de un rostro inmutable. El cubrir la cara de un actor con una forma rígida y, con el trabajo del intérprete, parecer que gesticula, que enrojece, que hace muecas, que sonríe o que se entristece es todo un desafío para el actor, ya que esto sólo ocurre en la mente del espectador. En Hotel Paradiso asistimos al día a día de un decadente hotelito en las montañas regentado por una señora mayor y sus hijos, el chico que pone discos antiguos en su mostrador de recepción y sueña con un gran amor, y la chica que quiere dirigir el hotel y cambiar toda la decoración. El cocinero, la criada y los clientes (el deportista, el esotérico, la mujer de vida alegre) deambulan por el hall. De repente una extraña visita les quita las estrellas de la categoría y empiezan a ocurrir extrañas situaciones que adivinan un futuro no muy halagueño para el hotel. Con dirección de Michael Vogel y sólo cuatro actores que se desdoblan en multitud de personajes (la rapidez del cambio de máscara, peluca y vestuario es asombrosa), una delicia de espectáculo en el Teatro de La Abadía (hasta el 4 de octubre). Luego, una pequeña gira por otros teatros.
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5 comentarios:
Es curioso cómo, al privar de rostro a un actor se potencia el simbolismo de la gestualidad: máscaras rituales en las celebraciones tribales, teatro griego y ahora el XXI.
...otra que me voy a perder. ;-)
tiene muy buena pinta, y estoy yo muy berlinés, es decir, con mucha curiosidad por todo lo que llega de allí.
un abrazo.
A mi esto de las mascaras siempre me ha dado como miedo...
El teatro no es mi fuerte, pero suena francamente bien tu propuesta. Un abrazo, DEME.
*Mañana toca Woody Allen.
Suena muy interesante, supongo que gestual, con máscaras, no verbal, mejor que escuchar largas parrafadas en alemán que no me enteraría (aunque muchas las subtitulan con esos luminosos debajo...). Seguro que es buena, en la Abadía nunca ponen nada malo nunca.
Por cierto, pedazo de reportaje Brasil-brasileiro, cómo molan las fotos, aunque la corazoná se haya quedado en "el corazón partío", que diría A.Sanz, pero bueno, a los cois les gusta la caipirinha, claro...
Besotes.
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