miércoles, 27 de febrero de 2008
El guía del Hermitage
La ciudad de Leningrado lleva ya dos años asediada por los alemanes.En mitad del horror, tres personas comunes, tres camaradas, sobreviven como pueden cuidando del museo más grande del mundo, vacío de cuadros pero lleno de cosas que explicar. Son Pavel (el guía), Ígor (el guarda) y Sonia (la restauradora). Para paliar la soledad o la cercanía de la muerte, el guía tiene la costumbre de revivir de nuevo los paseos y las explicaciones por las salas sin cuadros. No tanto frente a sus ojos, sino en su imaginación aparecen las obras de Velázquez o de Rembrandt y esa belleza de los detalles o esas historias ocultas en los lienzos logra contagiar de sueños (y de esperanza, que es lo mismo) a sus dos compañeros. En el Teatro Bellas Artes, sala llena, una hora y veinticinco minutos (perfecto) y tres maravillosos actores: Federico Luppi, Manuel Callau y Ana Labordeta (me encanta esta chica). La obra es de Herbert Morote (1935, Pimentel, Perú), un empresario que a los 55 años decidió dejarlo todo, asistió a un taller literario en Madrid, se quedó aquí y ésta es sólo su segunda obra de teatro. También es famoso porque dice que Bryce Echenique le ha copiado un ensayo. La dirección es de Jorge Eines (¡ay, aquellos tiempos de la sala Ensayo 100!...)
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