La Salamandra

Es una taberna situada en Don Pedro, 4 (en el corazón de La Latina, una calle que va desde la Plaza de San Andrés hasta casi los jardines de las Vistillas). Pedimos de entrante una ración de boletus edulis (compartida), esas setas llamadas de calabaza que se crían en otoño en los bosques de pinos y que tienen el sombrero de color marrón y un saborcillo dulce muy grato. Nos la sirvieron acompañada de un huevo frito. En los segundos nos decidimos por un solomillo de cerdo con queso y tomate gratinados, y un magret de pato, esa fascinante zona musculosa de la pechuga, con salsa de frambuesa y patatas cocidas en su piel. Para el postre nos ofrecieron una deliciosa tarta de queso y chocolate (compartida). Bebimos agua y cerveza. Precio por persona: 35 euros. Es un pequeño restaurante muy agradable en el que el servicio es correcto. Te ofrecen nada más sentarte unos trocitos de queso y, al final, un chupito (como mandan los cánones en los postres madrileños). Ideal para grupos o también para dos personas, ya que hay zonas separadas y pueden juntar o separar mesas. Tienen una pequeña barra por si hay que esperar. Por lo visto, son especialistas en cocina vasco-navarra y balinesa. Pues nada, volveremos para seguir investigando.