Días estupendos

Una cantante habla de un hombre al que conoció, un guardia civil sorprende a una nudista, una madre le explica la vida a quien todavía lleva en sus entrañas, un torero se niega a ir a la plaza porque ha visto morir a su gato, un joven sorprende a su amigo sobándose con un melón, los dueños de una casa rural hacen lo que sea por aumentar sus ingresos... y así hasta dieciséis historias más o menos veraniegas enlazadas en el ir y venir de gente por el campo. Hay veces en que ir al teatro se convierte en una auténtica fiesta: cinco actores en estado de gracia (Paco Déniz, Natalia Hernández, Elena González, Pablo Vázquez y Juan Antonio Lumbreras) contándonos situaciones cotidianas en las que todos nos reconocemos en unos diálogos sencillos y naturales (¡esa manía de los textos de llenarlos de retórica poética y absurda!) crados y dirigidos por Alfredo Sanzol (Madrid, 1972, pero navarro de corazón). "Cuando escribo invento una memoria. Recuerdo las historias como si las hubiese vivido, y eso me sirve para conocer". Maravillosa escenografía de Alejandro Andújar (un repecho en un monte) en un espectáculo amable y profundo. En el teatro Valle-Inclán. Muy buena.