Los abrazos rotos

Un director de cine ciego se entera de que un famoso empresario acaba de morir. Entonces recuerda su historia de amor con la chica que era pareja del fallecido y que él convirtió en actriz. Los secretos del pasado que tenía guardados su jefa de producción son como una película mal estrenada: ¿existiría la posibilidad de retomar aquellas escenas y montarlas tal como a él le hubieran gustado?. La nueva película de Pedro Almodóvar es otra de sus obras maestras: una reflexión sobre el proceso de crear y las dificultades que tiene el artista para ser fiel a sí mismo por las continuas dependencias de las circunstancias que le rodean. Magistralmente interpretada por Lluís Homar (director que no ve), Penélope Cruz (actriz con mala suerte), Blanca Portillo (productora que se calla cosas) y José Luis Gómez (empresario caprichoso), es una película de una factura técnica impecable, de un aire de drama siempre latente -enfermedades, accidentes, muerte- y de unos respiros de comedia loca lanzados como regalo a sus incondicionales (¡esa revisitación de Mujeres al borde de un ataque de nervios con una Carmen Machi en estado de gracia!). Desde siempre, Almodóvar ha hecho un cine atrevido, valiente y aquí, autocrítico. Cine de altos vuelos.