lunes, 28 de enero de 2008

Expiación

Una mentirijilla lanzada por una niña cuatro años antes de la Segunda Guerra Mundial frustra una historia de amor. La novela de Ian McEwan sobre la culpa y el remordimiento está rodada por el joven director inglés Joe Wright con elegancia y a saltitos, como tiene que ser en una historia contada por alguien que ya es una anciana y es la memoria la que narra y, a veces, recrea, lo que pasó. ¡Ese maravilloso y largo travelling en la playa fundiendo la guerra con un parque de atracciones en desuso!... ¡Esas secuencias desordenadas: primero los efectos y luego las causas de lo que se observa!... Lo mejor, que sale Vanessa Redgrave. Lo peor, que se lance como película favorita para los oscars cuando no está mal pero tampoco es una joya para pasar a la historia (y que la estupenda Brenda Blethyn sale muy poco, como si le hubieran recortado en el montaje su papel). En cualquier caso un ejemplo de novela brillante que cumple el expediente de haberse llevado al cine y que a uno le da rabia no haberla descubierto antes sobre las letras, en los párrafos, que se adivinan llenos de belleza que aquí, por ejemplo, tiene que cubrir la música.

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