domingo, 29 de marzo de 2009

Siempre fiesta

Si hay una sala de teatro en Madrid que siempre satisface mis expectativas es, sin ninguna duda, la Cuarta Pared (Ercilla, 17). Su compañía estable siempre ofrece obras que hablan de los problemas contemporáneos, con una excelente interpretación y una original puesta en escena. Generalmente son obras escritas a tres manos, en una peculiar disciplina para no dar protagonismo a un autor estrella y permitir la generosa labor de equipo. Después de su trilogía de la juventud (Las manos, 24/7, Imagina) donde abordaron los conflictos y las ilusiones de tres generaciones de chicos y chicas, nos sorprendieron con Café y Rebeldías posibles, donde indagaron sobre nuestros males sociales y ahora, un tercer título de otra trilogía (imprevista) que nos habla de la hipocresía de la gente que sólo es feliz cuando actúa de cara a los demás y se viste, sonríe, actúa, se expresa únicamente cuando tiene que lucirse ante la galería. Concretando: en una de las ceremonias sociales más claustrofóbicas de nuestros días, la Navidad, pensemos:¿ qué pasaría si todo el año viviésemos en una continua comilona y despilfarro de sentimientos falsos?. Luis García-Araus, Susana Sánchez y Javier G.Yagüe son los autores de una obra divertida, con estética de cómic, pero que hace pensar y te deja un gustillo amargo en los momentos que uno se ve reflejado.

6 comentarios:

senses and nonsenses dijo...

el teatro independiente o el underground, AQUI, se convirtió en el medio más eficaz para lanzar mensajes, hacer denuncias, en una época caracterizada por discursos confusos, y en la que un museo devoraba todo el presupuesto para la cultura oficial. MáS, ahora, en tiempos de crisis.
esto es sólo una opinión... yo me pongo la venda antes que la herida, por si acaso.

un abrazo.

Javier dijo...

El tan maltratado teatro independiente, aunque hay que reconocer que los clásicos no le van a la zaga, pero a pesar de todo y sobretodo de las instituciones sigue vivo, intentando reflejar nuestros conflictos, en un mundo como bien dices alejado de ceremonias sociales.

Justo dijo...

Esa sala es un lujo, desde luego.. hay otras varias en Madrid del estilo, como sabes.. yo no sabría decir cuál prefiero, quizá DT.

(Pero lo mejor es que quede público como tú, dispuesto siempre a sorprenderse y emocionarse por caminos no trillados, y a contárnoslo luego a los demás).

Un abrazo

Jordicine dijo...

No sabía de ella. Un abrazo.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

La sala "Cuarta Pared" es de las mejores. La verdad que tenemos una suerte enorme aquí, en Barcelona también (pienso que es un privilegio, porque debe ser en poquitas ciudades), y bueno, con un espectador como tú, como dice Justo, que vas a ver todo, y con algunos actores inquietos, y un poquito de público, la verdad es que de vez en cuando hay obras buenas y sorprendentes...En Barcelona también hay un resurgir de pequeños grupos y pequeños teatros independientes. La verdad que da gusto contemplar que el teatro nunca muere (igual ya lo decían hasta los clásicos), y ver como hay gente que tiene el gusanillo dentro, y gente que lo disfruta también.
Besotes

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Toda la razón: esta sala es un ejemplo de programación eficaz. Recomendable.